Mitorock

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5.2.06

LEYENDAS

Ya sabes que lo que mas nos gusta son las historias,cuentos y leyendas que es lo que hacemos en nuestro programa....asi que despues de escucharlas en nuestro programa te damos la oportunidad de que las leas,las recuerdes y....¿por que no?....copiarlas descaradamente y hacerlas en ese programa de radio de tu emisora libre que piensas hacer........de nada..


Nuestra primera historia,es de esas de terror...llena de agonía...escrita por un escritor que esta empezando en esto de escribir.......disfruta.....ja,ja ,ja,..,,.....................





Abismo




No se como llegué aquí. Ni siquiera sé cuando.Lo que recuerdo de cuando llegué a este lugar (si se lo puede llamar lugar) es que era completamente oscuro, no podía ver mas allá de mis manos, ni percibía olor o sonido alguno.

Creo que mis sentidos estaban embotados por tamaña negrura. Tanto, así, que ni siquiera sentía el contacto con el suelo, donde debían de sustentarse mis pies. Al mirar hacia abajo solo vi mas oscuridad, las tinieblas eran sumamente densas.
En mi turbación intenté aferrarme algo, solo se me ocurrió gritar. Grite y mi grito se perdió en el vacío infinito que lo abarcaba todo. Traté de huir, de correr en cualquier dirección, y mis pies no hacían contacto con superficie alguna sobre la cual impulsarse.
Grite otra vez, con mas fuerza, desesperado, anhelando oír al menos mi voz, para asegurarme de estar en posesión de mis facultades. Nada, solo sentí moverse mis labios y un chillido sordo que emanaba de ellos.
Por tercera vez lancé un alarido de terror.
- Ya deja de hacer eso - dijo, molesta, una voz a mis espaldas.Una mezcla de emociones que oscilaban entre la ilusión y el terror invadió mi ser. Ilusión al saber que no era el único allí.Y terror.
Terror de no ser el único en ese sitio, de estar acompañado por, Dios sabe, que extraña criatura, moradora de tan abominable paraje, sin espacio, y tal vez, sin tiempo. Pero también sentía terror al considerar otra posibilidad, tanto o mas aterradora que la primera: tal vez la voz sólo existía en mi cabeza, quizás estuviera imaginándome esa necesaria compañía. ¿Había perdido, finalmente, la razón?Grite una vez más.
- Que te calles, maldito llorón. Nada loograrás chillando de esa manera - increpó la voz.- Oh, ya déjalo, pronto se le pasará, cuuando comprenda que todo lo que haga es en vano - recriminó una segunda voz.
- ¿Qui...quien dijo eso? - pregunté mienntras me deslizaba sobre los talones.
- Somos espíritus malvados y estás en ell infierno - respondió alguien, que reconocí como la voz que había hablado en segundo lugar.
- Déjate de estupideces ,Y tu, llorón, ¿acaso no puedes ver o es que tienes los ojos cerrados por el miedo?
Comprendí que mi pregunta había sido estúpida.
No alcancé a detectar el origen de la luz, en realidad no había luz alguna, lo único que veía, aparte de a mi mismo era a las demás personas que estaban en esa nada conmigo.

Vi los rostros de quienes me habían hablado. Pude ver un hombre fornido de cabeza enorme y anchos y musculosos hombros, que esbozaba un sonrisa burlona, fue el que me dijo esa cosa de los espíritus. También a un viejo que fue quien me habló por primera vez, tenía un brillo extraño en los ojos, cabellos canos y su semblante manifestaba infinita sapiencia y sufrimientos, acumulados a lo largo de miles de años.
- ¿Quiénes son ustedes y qué hago aquí? - pregunté, abriendo enormemente los ojos.
- Me llaman Dorian - respondió el viejo -, y estos son Walter y Howard - dijo, haciendo un ademán con la mano que abarcó, primero, al hombre musculoso y a un niño en el que no había reparado hasta ese momento.
- Respecto de que haces aquí, eso no pueedo respondértelo, ni tampoco ellos. Teníamos la esperanza de que tu supieras algo, hasta que te pusiste a chillar como marrano. Ni Howard hizo tanto berrinche cuando apareció, como tú.- Este es el infierno, muchacho - dijo Walter. Y en su voz apareció un dejo casi imperceptible de tristeza que no concordaba con su seño fruncido y su mandíbula tensa.
Era algo extraño. Me sentía como una de esas personas que se dan un golpe en la cabeza y se despiertan con amnesia, recordando solo ciertas trivialidades, como el año que el hombre llego a la Luna o la melodía de La Marsellaise, pero sin saber nada acerca de las circunstancias en que las habían aprendido.
- Es normal - me indicó Dorian - al lleggar acá apenas podía recordar mi nombre, lo mismo que Walter.
- Pero no te preocupes, tienes toda la eternidad para hacerlo. Como ya sabes, no hay modo de salir de esta maldita oscuridad.
- No hay forma para nosotros - corrigió Dorian -, Howard suele salir y entrar cada ciertos periodos, pero no nos dice como lo hace. Creo que ni él lo sabe.
cuando Howard apareció por primera vez, pensamos que sería su primera llegada, hasta que una vez se desvaneció ante nuestros ojos. Al tiempo regresó y volvió a desaparecer un par de veces mas desde entonces. No puedo asegurar que haya estado, o no, antes de mi.

- Entiendo - dije. - Sería posible que eel niño nos explique el modo de salir de este abismo, ¿no lo creen?- Imposible - gruño Walter - nunca nos ddice una palabra sobre eso.

Nuevamente mi mente se vio tentada por la posibilidad de la locura. ¿Y si era así?, si realmente estuviera loco sería un alivio, no tendría plena conciencia de lo que me estaba pasando, pero...no, no cabía esa posibilidad. El abismo era real, hasta donde puede ser real algo intangible, las demás personas conmigo también lo eran, y lo peor de todo, el dolor y la agonía de estar allí, eran terriblemente reales.


. Tal vez esté muerto y haya ido a parar al abismo eterno. Pero, por qué no recordaba nada de mi vida, por qué estaba condenado a tan tremendo martirio. Sentía que mis especulaciones cobraban fuerza a medida que el tiempo transcurría. ¿Qué otra cosa podría ser este sitio, sino la mismísima prisión de las almas?


***
- Me llamaban el brujo Dorian - me contó el viejo en una ocasión. - Solía participar en todo tipo de cultos y sectas. No se el motivo, pero siempre sentí una extraña atracción hacia ese tipo de cosas. Con quienes me acompañaban en esas atrocidades, llegamos hasta matar y comer ratas que cazábamos durante nuestros estados de trance -. Si hubiese sentido mis tripas, se me habrían revuelto, pero a esa altura de las circunstancias, ya nada me asombraba.
- Yo me deleitaba asesinando mujeres - ddijo Walter en esa ocasión
. No quise hacer mas preguntas al respecto, tampoco parecía que Walter tuviese ganas de hablar de ello. Lo único que agregó fue que era lo único que recordaba aparte de su nombre y que eso lo mortificaba continuamente. Todos compartíamos su pesar, todos los que estábamos en medio de esa nada, pasábamos nuestra existencia (o inexistencia) sufriendo el terrible tormento de estar en ningún sitio, sin posibilidad de huir o de morir a ese tormento, aunque sea por piedad. O al menos es lo que parecía, Howard tampoco se veía contento de compartir el vacío con nosotros y todo el tiempo se la pasaba acurrucado en lo que, si hubiese habido paredes o referencia espacial alguna, sería un rincón. En una ocasión logré sacarle unas palabras.
- Niño - le dije - ¿tienes alguna idea dde por qué estamos aquí?
- Todos tienen lo que se merecen - me reespondió, con voz átona. Prosiguió: - Tanto en la existencia anterior como en esta y en la siguiente, todo el mundo obtiene lo justo.
- ¿Qué quieres decir? - pregunté intrigaado.
- Lo dicho. Si no te basta con una existtencia, pasarás a la siguiente y así hasta alcanzar tu, llamémoslo, cuota.- ¡Será mejor que te expliques! - exclammé desesperado - ¿Estás diciendo que estamos aquí para pagar por lo hecho durante nuestra vida? ¿Cómo rayos voy a pagar por lo que ni siquiera sé que hice?
- He ahí el asunto - dijo y en ese momennto desapareció. Jamás regresó.
Al tiempo, supongo que siglos después, también desapareció Dorian. Cuando casi nos hubimos olvidado de el, le llegó el turno a Walter.
Yo aún espero mi perdón, todavía no recuerdo mi vida, o mejor dicho, mi existencia anterior. El terror sigue invadiendo mi mente. La locura está fuera de discusión. Ni siquiera tengo compañía, ni puedo ver mas que mi propio cuerpo. Pienso esto mientras el paso de los días, años o siglos, a estas alturas ya no importa el tiempo, sigue su curso y mortifica un poco más, mi ya excesivamente, torturada alma.
No espero que alguien llegue a conocer lo que me ocurre, ni tampoco deseo que persona alguna caiga en semejante demencia, solo lo recuerdo, como lo hago cada tanto, para amenizar mi agonía.

Gustavo Fuentes

Para continuar......una historia de sangre y de amor.......

Lagrimas rojas




La soledad amenazaba su alma, y no se dio cuenta de que la muerte le acechaba por la espalda. Pero no adelantare hechos, esta historia empieza una noche de Carnaval como cualquier otra todos disfrazados, bailando hasta el amanecer. El ambiente lleno de alegría y de alcohol. Kris es una joven con los ojos verdes y penetrantes como si fueran los de un gato, con los cabellos negros ondulados ,que a la luz de la luna se dejaban ver unos reflejos azules .La esbelta joven tenia 229 años, claro esta ,esa cifra para los vampiros es una escasa edad, aun seguía siendo una chiquilla.

Kris recordaba con tristeza aquellos años de mortal que le habían sido arrebatados en una sola noche. A los 16 años, vivía con sus padres en Francia en una pequeña ciudad a las afueras de París, con cierta ironía recuerda aquella noche en la que toda su familia huía de la revolución que se había desatado en la capital. Pero la alcanzaron ,mataron a sus padres y se llevaron a sus hermanos, ella quedo medio herida. Toda la noche corrió alejándose de los soldados, cuando el dolor causado por la herida en la pierna la detuvo y exhausta se desmayo. Más o menos a las 3 de la noche un joven la despertó. Si en aquel momento me hubiera callado no tendría que estar sufriendo lo que hoy me pasa, me decía Kris, muchas veces, sobretodo cuando nos emborrachábamos. Ya que aquel joven le propuso la inmortalidad y ella accedió, desde entonces Kris viaja sola, aunque de vez en cuando nos encontramos por algún callejón oscuro.

Como iba diciendo, todo el barrio era felicidad. La vampira que paseaba tranquilamente por la acera de una de las calles marginales de París, sintió un leve grito que provenía de uno de los callejones circundantes. Hizo caso omiso de esto y siguió caminando, otra vez escucho aquel sonido. Kris penso que aunque ya hubiera comido podría tomarse los postres y se dirigió aquel callejón.




Era el típico callejón de las películas lleno de mugre y cubos de basura al fondo escucho una disputa. Cinco chicos con aspecto de haber vaciado un barril de cerveza estaban atacando a otro chico un poco menor que ellos. La joven se disponía a irse cuando algo le dijo en su interior que debería ayudar a ese chico. La voz de la conciencia, por suerte o por desgracia Kris rescato aquel pobre chico:

No deberías andar solo chaval y menos hoy
Tu no eres nadie para decirme lo que debo hacer, de todas maneras, gracias
¿Buscas algo?
No, ya lo he encontrado
Así que era eso por lo que no te protegías ¿eh?, eres ciego

¡¡ Pues si!!!,¿ algún problema?,¿ porque se ha empeñado todo el mundo de que no puedo hacer nada? ¡Soy ciego, aun no estoy muerto!


Eso se ve a distancia

¿Qué? ,para que veas que no soy un maleducado te invitare a una copa o lo que te apetezca
Ja ja ,mejor te lo tomas tu y yo te acompaño





Era un chico con el pelo moreno ,tenia unos ojos azules y según Kris los más claros que había visto en su vida. Tenía una complexión delgada aunque estaba fuerte, se ve que hacia alguna clase de deporte. Era estudiante de universidad y tenia 19 años, estudiaba psicología
Odiaba que le limitaran las acciones porque fuera ciego. ¿Su nombre? La verdad es que no me acuerdo, pero tampoco es que sea importante al menos por ahora.
Durante tres semanas Kris quedaba todos los días con el aspirante a psicólogo, se hicieron buenos amigos todo el día, bueno mejor dicho la noche, que la pasaban hablando de los mas diversos temas.




De vez en cuando,Kris ayudaba al joven en sus tareas de la universidad, sobretodo en historia moderna, que se la sabia bastante bien. Después de esas tres semanas a David y Kris empezaron a notar que se atraían. Kris que sabía que eso solo podía traerle problemas a David, pensó que la mejor manera era ponerse muy borde con él.

- Hola Kris¿qué tal estas esta noche? - ¿No deberías estar estudiando? dentro de unas semanas empiezas los exámenes finales - Bueno quería verte y darte esto –
David busco dentro de uno de los bolsillos de la cazadora y saco un pequeño sobre –


Durante estas tres semanas has cambiado mi vida, este regalo es por todo lo que me has ayudado, si quieres puede ser también para que te quedes siempre conmigo.
Kris cogió el pequeño sobre, al abrirlo descubrió un anillo, se dio cuenta que tendría que rechazarlo.

- David ,yo …. me gustas, pero lo nuestro es mas que imposible. - mmm, no pasa nada tranquila-

la cara de David había cambiado drásticamente y unas lagrimas empezaron a fluir por ella


-por casualidad no será porque soy ciego ¿verdad? - No, claro que no, no es por ti. Es mas bien por mí - Espero que esto no signifique que no podamos seguir siendo amigos … - Muy bien, pues mañana como no vengas no te ayudare en los parciales

A la noche siguiente Kris hizo acoplo de todo el valor que poseía y se lo dijo, David al principio penso que era un broma, pero finalmente termino por creérselo. Para Kris aun quedaba lo mas dificil:

- Bueno y ahora que lo sabes todo…¿ te gustaria quedarte conmigo eternamente?
Y vivir contigo?¿cómo lo harías?
Bueno,, tengo que tomarme toda tu sangre y cuando te quede poca sangre debes beber de la mía.
quede poca sangre debes beber de la mía
¿ Lo has hecho alguna vez?-

Kris lo negó con la cabeza , David pensó que su vida era un desastre iba a suspender la carrera, y entonces ya no tendría dinero. Sus padres le abandonaron y todo le iba bastante mal. Así que acepto.

Los dos se marcharon al apartamento de David y allí Kris empezó aquel ritual que nunca lo había hecho. Se acerco a su cuello y lentamente empezó a sacarle aquella preciosa sustancia roja . Cuando Kris cuando lo vio oportuno cogio un cuchillo y se corto las venas dejando que la sangre se deslizara lentamente por la boca de David, pero este no reaccionaba, Kris empezó a ponerse nerviosa, ¡¡¡no, no podia estarle pasando esto!!!!!.¿ Que había hecho mal?, se preguntaba una y otra vez.

Dos horas despues cuando el dia empezaba a despuntar Kris seguía cogiendo a David entre sus brazos, llorando su desgracia, cuando un rayo de luz acabo con la agonia de la joven.